La gallina se quedó sorda y dejó de poner huevos, porque había escuchado la música muy alta. La gallina estaba acostumbrada a a escuchar su música favorita a un volumen muy bajito, pero cuando terminó de poner todos los huevos algo, o alguien, subió el volumen de la música.
Jorge, Natalia y la niña bailarina fueron donde la gallina y se dieron cuenta de que había sido ella la que, sin querer, había subido con la cola el volumen...
Entonces Jorge, Natalia y la niña bailarina...
Llevaron a la gallina al veterinario.
Volvieron a la cueva del oso para que les diera una solución.
Prepararon una poción mágica.
Fueron a avisar del problema a la gente del pueblo.
Créditos
Autores de este artículo: Leonardo Chávez, Laura Denís, David Fernández.
Curso: 3º.
Centro: Colegio La Inmaculada.
Localidad: Ponferrada.
Provincia: León.
País: ESPAÑA.
Tutor: Sergio Blanco Carrera.
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